Jesús ha resucitado y nosotros con Él. La muerte ha sido vencida para siempre. La
vida se impone con toda su fuerza y nos llama a ser vivida para los demás.
¡Aleluya!, el Amor ha triunfado, Cristo es el campeón del Amor, vencedor del mal
y de la muerte.
Es la mejor noticia que podía escuchar esta sociedad nuestra, tan desilusionada y a veces injusta.
Que el Señor nos conceda abrirnos al misterio de su amor, al misterio de la vida.