Quiénes somos
Somos un Colegio Católico Concertado Bilingüe, impulsado por la congregación de las Misioneras Esclavas del Inmaculado Corazón de María.
La congregación se fundó en 1856 y basa su tarea en la continuación del carisma y misión de su fundadora, Madre Esperanza González Puig, bajo el lema ‘me gusta que estéis contentos’.
Nuestra razón de ser, es educar personas felices desde el Corazón, comenzando en Educación Infantil hasta Bachillerato.
VISIÓN
El Colegio Corazón de María es un colegio:
- Abierto y accesible a todos, que forma parte de la realidad cultural, religiosa y social de nuestro entorno.
- Involucrado en la formación integral de nuestro alumnado.
- Que forma una gran familia, donde la participación tanto del profesorado, alumnado y familias va relacionada.
- Con un equipo docente en constante formación, implicado al máximo en la educación y aprendizaje de sus alumnos.
- Con una metodología activa basada en el aprendizaje cooperativo, fomentado la colaboración enriquecedora y el respeto.
- En actualización constante con un Proyecto Digital de Centro, incluyendo proyectos Steam en todas las etapas educativas.
- Bilingüe, reconocido por la Comunidad de Madrid, e inmerso en el Programa BEDA de Escuelas Católicas.
- Cercano a la realidad europea y global, con intercambios en distintos niveles educativos (Irlanda, Francia y Estados Unidos).
- Comprometido con la Agenda 2030, en la concienciación al alumnado y en la colaboración para su desarrollo.
VALORES
El Colegio Corazón de María basa sus valores en unos principios incuestionables en los que creemos y con los que nos comprometemos:
Se cuida un ambiente educativo que promueve valores de alegría, respeto, buena convivencia, tolerancia, espíritu de familia… Contando con un Plan de Convivencia centrado en cada una de las etapas, con un equipo que cuida todas las intervenciones y promueve e inculca una “Cultura de Paz”.
Se vive un espíritu de responsabilidad y de superación.
Se ejercita la solidaridad con los más necesitados. (Campañas eclesiásticas y propias).
En fidelidad a la inspiración cristiana del Centro, se cuida la formación humana y cristiana (tutorías, catequesis, convivencias y campamentos).
El personal del Centro conviven con los educandos desde una actitud de presencia educativa y desde un compromiso por el acompañamiento personal.