Este es un año en el que no basta con desear la paz: hay que trabajar por ella.
Sea nuestro vivir ponernos en camino, nuestra cultura la no-violencia, nuestra estrella el Evangelio, nuestra fuerza la solidaridad, nuestra confianza la bondad de la gente, nuestro mundo justicia, libertad y paz; nuestra oración saber amar y ser amados.
¡Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán hijo de Dios!
Feliz Navidad y buen año 2016.